Antes de hablar del concepto de la ética en big data es necesario desarrollar primero la definición de big data como tal, para luego entender cómo afecta en ella directamente y cuál es el rol del concepto como tal.

Qué es el big data

Al hablar de big data nos referimos a un alto volumen de datos que va creciendo exponencialmente con el paso del tiempo, por lo mismo, ninguna herramienta tradicional es capaz de almacenar esta información ni menos procesarla.

Esta gran cantidad de data forma parte de todas las empresas, día a día y constantemente. Ahora bien, el número de información no es lo relevante, sino que qué hacen las empresas con estos datos y las decisiones que toman con los mismos.

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En ese sentido, el concepto de ética en big data toma protagonismo y nos enfrentamos a un reto de cara a las oportunidades de negocio, acciones que se toman, procesos que se agilizan y las ventajas competitivas que se pueden obtener con la información, entre otras cosas.

El rol de la ética

El big data vive un boom exponencial que va de la mano con las tendencias y los beneficios que adquieren las empresas de los datos y la información que pueden levantar, tanto de su funcionamiento como de las necesidades y acciones de los clientes. 

Por lo mismo, frente a los principios éticos en Big Data la forma de relacionarse con la información es muy distinta a como era antes, y pareciera que la sociedad aún no logra adaptarse de forma total.

La ética en big data, entonces, toma un rol protagónico ante la información que pueden acceder las empresas cuando esta es usada, principalmente, para fines comerciales y donde la privacidad pareciera pasar a segundo plano.

¿Cuáles son los dilemas éticos asociados al uso de Big Data?

Las normativas se han ido adaptando a medida que la información crece y la sociedad, hoy totalmente digitalizada, descubre que hay consecuencias que afectan tanto a la vida personal como colectiva. La intimidad de cada uno se ve amenazada por una constante recopilación de datos que es procesada y utilizada.

Es tal la importancia que ha adquirido la ética en big data para las personas y los consumidores que, según explica Eva García San Luis, socia responsable de Data & Analytics de KPMG, las empresas que se preocupen de actuar con “ética y transparencia en el uso de los datos tendrán una valoración positiva de la sociedad. Y al contrario, quienes no se rijan por esos parámetros sufrirán una enorme pérdida en su reputación”.

La ética en big data también tiene que ver con un tema cultural y el tipo de información de la que estamos hablando, ya que en algún lugar algo puede ser ético y en otro no, y en ese contexto es que nace un ejemplo concreto de un estudio de KPMG, que señala que el 78% de los encuestados está de acuerdo que los taxis utilicen información de geolocalización para proponer rutas a sus clientes, pero ese mismo dato en Dinamarca baja rotundamente al 22%.

Por lo mismo, hay que entender que el límite está donde el consumidor considere necesario, y entender ese desafío y enfrentarlo como tal es un gran reto para las empresas y su manejo de la información. Por ende, no solo es un tema ético, sino que existen temas legales que restringen el uso de la información.

Entonces, ¿qué aspectos es importante considerar?

• Nueva forma de trabajar: a medida que se desarrolla la ética en big data, se valore y las empresas entienden la importancia de la misma, las formas de trabajo van a cambiar y será necesario adaptar procesos de marketing, publicidad e incluso de servicio al consumidor, entre otros.
• Gestión de la información: es importante detallar que la información no es solamente data personal, y por lo mismo la gestión y tramitación de la misma es fundamental. Manipular los datos es un gran error y será un gran enemigo de la imagen de la empresa.
• Transparencia: de la mano de los dos puntos anteriores, la transparencia de cómo se utilizan los datos ayudará a generar la confianza tan necesaria.
• Control: si bien la empresa puede acceder a cierta información, el usuario siempre debe ser dueño y tener el control de sus datos, donde puedan editarla, desarrollarla o eliminarla si considera necesario.
• Seguridad: en ese mismo sentido, se debe asegurar que la información se mantendrá segura y privada, por lo que las empresas deben preocuparse de protegerla e impedir que sea tomada por quienes no corresponden.
• Siempre presente: toda la fase que tiene que ver con la gestión y manejo de la información debe contar con ética en big data, formando así parte de todo el proceso.
• Alinearse: cada negocio es distinto, por lo que establecer ciertas reglas propias para el manejo de la información y especificarla a cada miembro de la compañía.

En ese sentido, la ética en big data ha tomado tanto protagonismo que hoy incluso se ha transformado en una nueva oportunidad de generación de empleo, ya que requiere y demanda expertos que sean capaces de asegurar cada uno de los puntos desarrollados anteriormente.