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El crecimiento del uso de drones en el mercado chileno

El crecimiento del uso de drones en el mercado chileno

La tendencia de los drones está instalada a nivel internacional hace algunos años. Actualmente en Chile, el interés por estas naves no tripuladas ha crecido a tal punto que, además de sus usos en entretenimiento, han tomado un lugar importante en el mercado, con aplicaciones en agricultura, minería, energía, seguridad y planificación urbana; y donde incluso la compañía china líder en la industria, DJI, ya tiene su primera tienda oficial en nuestro país.

Uso empresarial actual

El uso ampliamente conocido de los drones es el de registro de imágenes y videos, pero sus funcionalidades van mucho más allá, y están siendo incorporados en distintas áreas, por ejemplo:

  • Monitoreo e inventarios forestales: el Instituto Forestal (INFOR), en su sede Los Ríos, cuenta con un dron de última generación para sus funciones de cuidado y mantención del bosque nativo de la región. Especialmente en cuanto a la clasificación de sus especies, monitoreo de la sanidad de los bosques y territorio natural, apoyo pre y post incendios y silvicultura de precisión. Para la utilización de esta nave, el instituto cuenta con dos profesionales capacitados bajo las normas establecidas por la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), para aprovechar el máximo potencial de sus herramientas tecnológicas, como imágenes multiespectrales, termográficas y de rango visible en alta resolución, capaces de generar, también, ortomosaicos geo-referenciados y mapas NDVI.
  • Adquisición de datos geofísicos en minería: la empresa chilena GFDas SpA. creó un dron especialmente dedicado a reconocer de manera más confiable, y a costo reducido, el potencial de mineralización de suelos sedimentados, llamado GeoMagDrone. Gracias a sus sensores, puede hacer muestreos con geofísica de sub-superficie hasta varios cientos de metros de profundidad, con mejor precisión y resolución de resultados, reduciendo los tiempos de adquisición, accediendo a áreas complejas y registrando con altos estándares ambientales y de seguridad.
  • Vigilancia Municipal: un ejemplo es la municipalidad de Las Condes que, desde abril, puso en marcha un plan de vigilancia con drones, a cargo de la Brigada de Vigilancia Aérea Municipal, compuesta por seis inspectores certificados por la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGCA). Estas naves tienen como objetivo controlar el consumo de alcohol y drogas en la vía pública, para lo que cuentan con cámaras y altoparlantes, que podrán advertir a quienes se encuentren en actitudes sospechosas en zonas críticas de la comuna.

Drones en la academia

La demanda por estas naves no tripuladas en el ámbito profesional ha despertado, a su vez, alto interés en la posibilidad de una educación formal para su utilización. A raíz de eso, a fines de 2016, se anunció la creación del primer diplomado sobre el tema en Chile, “Uso de drones para captura y procesamiento de información geoespacial”, dictado por el Departamento de Ingeniería Geofísica de la Universidad de Santiago.

A cargo del doctor José Borcosque, los principales objetivos de este programa son:

  1. Educar a los alumnos en el uso responsable de esta tecnología, en el marco jurídico vigente en Chile.
  2. Prepararlos para el examen ante la DGAC que los certifique como operadores de drones.
  3. Capacitar en el desarrollo básico de aplicaciones profesionales para la generación de productos cartográficos multipropósito.

Sobre la recepción del diplomado, que se encuentran en su primera versión, su director comenta que entre sus alumnos hay quienes “nunca habían visto un dron y quieren aprender. Hay otros que trabajan en el área de la geociencia y saben que esta tecnología es indispensable en el futuro. También hay trabajadores de Conaf, del Servicio Agrícola y Ganadero, del Instituto Geográfico Militar, y periodistas, entre otros”.

De acuerdo a Borcosque, dentro de la ley se establece que los drones que pesan más de 750 gramos deben ser controlados y fiscalizados por la DGAC, ya que no son juguetes. “Para poder volar un dron profesional tienes que hacer y aprobar un plan de vuelo. Aquí capacitamos a nuestras personas para volar y así hacer los upgrades necesarios. Proyectamos incorporar el aprendizaje de esta tecnología en la formación normal de los alumnos, en las carreras de pregrado”, adelanta.

Este programa académico tiene una duración de dos meses y ya ha sido solicitado en regiones, específicamente en Antofagasta, debido a la industria minera que opera en el sector. Este factor ha hecho que se considere trabajar en próximas ediciones del diplomado, enfocado en diferentes sectores productivos y aplicaciones.

Las compañías chilenas adoptan la tecnología drone para mejorar e innovar en sus procesos, incluso creando un nuevo mercado local centrado en ellos. Dentro de esta nueva panorámica, el desafío es liderar la industria a través de su uso, ¿podría ser tu empresa una de ellas?

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