Su historia 

Comenzar desde cero fue el impulso para Ermelinda (52) y su familia. En el año 2010 definió la idea de su proyecto, buscando más ingresos para su hogar. Su esposo René Freire (50), quien era el principal portador de ingresos, en el año 2015 quedó sin trabajo y fue entonces la motivación a salir adelante, se dedicaron a trabajar tiempo completo en lo que nunca imaginaron sería su sustento hasta hoy: Rincón del Indio Artesanías.

Sus inicios fueron complicados, Ermelinda explica que “le pedí a mi esposo que me enseñara a trabajar la madera, empecé a hacer cositas pequeñas, ratones de madera, diferentes formas, columpios y una infinidad de cosas animadas, empecé de a poco a venderlos en la feria, hasta que nos integramos en una comunidad de artesanos que se estaba formando en la municipalidad de Quilicura”.

Aun cuando los esfuerzos de la familia Freire eran muchos para intentar encontrar un espacio para ofrecer sus productos, no encontraron suficiente colaboración de grupos artesanos para poder posicionar su marca y llegar a ser conocidos. Según nos comentó Ermelinda, en 2017 postuló al programa Capital Semilla, pero sólo llegó a la primera fase.

Más adelante comenzaron a recibir pedidos de personajes conocidos como Ciro Watanabe, interesado por sus piezas en madera. Además de famosos, desde su página web y Facebook en la actualidad es donde reciben la mayor solicitud de sus pedidos. Incluso, puedes encontrarlos en San Felipe, Pichilemu, Pomaire, Chiloé, Chaitén y en gran parte del sur, en establecimientos de clientes que piden sus productos por la alta demanda de turistas encantados con los diseños.

“Tengo dos móviles contratados de Entel Empresas, el que uso para trabajo y otro personal. Utilizo Instagram, WhatsApp, Facebook, para organizar nuestro proyecto y contactarme con los clientes”.  

Éxito de la Pyme

El Rincón del Indio Artesanías, se diferencia por tener conciencia ambiental, su madera es reciclada de una fábrica de puertas y ventanas que desechan retazos. Ermelinda y su familia recogen estos desechos por un valor inferior, considerando que desde su arte puedan colaborar a reducir la huella ecológica.

“Por lo general son tablas largas que botan cerca de nuestra casa, a veces son un poquito más gruesa en un lado, más angostas en otra, lo que hacemos nosotros es ir pegando hasta dar el grosor que nosotros necesitamos(…) entonces, buscamos esa madera y vamos ocupando lo que nos va sirviendo”, dice.

Desde entonces, Ermelinda y su familia siguen creciendo en el nicho de la artesanía, no desestiman ningún pedido, y aseguran que “nunca decimos que no, tenemos muy buena referencia con respecto a las cosas que producimos y siempre realizamos muestras sobre como quedaría determinado producto”, afirma la dueña de la Pyme.

¿Cómo lo hicieron?

Frente a este punto, Ermelinda señala que “no tenemos ningún estudio, somos autodidactas”. Esto, porque esta familia tiene muchas habilidades manuales que han sido traspasadas de generaciones, ya que ambos padres de la pareja fueron artesanos de madera.

Además, la emprendedora realiza otros trabajos manuales como en cerámica y agrega que “empecé a trabajar con este material haciendo mis propios objetos, como posavasos, bandejas, pero yo misma he aprendido, tampoco he ido a talleres, y no soy una experta en mosaico. Aprendí que, si uno le pone un poquito más de cariño y cuidado, las cosas quedan suavecitas, lijaditas, parejitas”.

Proyecciones

Esta familia tiene planes de tener su propio stand en un lugar turístico y señala que “queremos crecer, estamos cotizando un local en Santa Lucía, o en otro lugar, pero ver la posibilidad de que sea un espacio visitado por turistas, esa es nuestra idea poder tener un lugar propio donde poder vender nuestros productos”.

Por otro lado, la emprendedora afirma que aman su trabajo, pero para ellos no es un pasatiempo, ya que se dedican 100% a esto.

Puedes encontrar a Rincón del Indio Artesanías en: en su Instagram y Facebook.