El efecto Pigmalión y sus beneficios para tu Pyme
El efecto Pigmalión y sus beneficios para tu Pyme
Conoce esta teoría que plantea que lo que piensas afecta directamente el funcionamiento de tu negocio.
Creer que algo ocurrirá y, a partir de eso, lograr que finalmente suceda. Esta afirmación rescata la esencia del efecto Pigmalión que, definido por el psicólogo Robert Rosenthal, es “eso que espera una persona de otra y cómo puede servir como una profecía autocumplida”.
La idea, que también puede extrapolarse al entorno de los negocios, fue testeada en un experimento en 1965, cuando el experto dividió aleatoriamente dos grupos de alumnos en una escuela de California. Luego, el profesor de los niños le dijo a uno de estos equipos que era más capaz que el otro. Al final del año, tal como si el académico y Rosenthal lo hubiesen sabido, el conjunto elegido mostró un mejor rendimiento, pese a que la diferencia entre ambos grupos solo estaba “en la mente del profesor”.
Y si aplicamos este efecto a otras áreas, también está en la mente de un padre, un entrenador de fútbol o en la de un dueño de una microempresa o Pyme.
El poder de motivar o desanimar a un equipo de trabajo estaría entonces ligado a la mente de quien los lidera, por lo que, tal como la
revista Time resume en su artículo acerca del fenómeno, es necesario utilizar ciertas técnicas para usar el efecto Pigmalión en tu negocio:
- Crear un cálido ambiente social y emocional: los líderes que quieren influir positivamente en sus colaboradores deben considerar su alto potencial, demostrándolo a través de lenguaje no verbal: asentir con la cabeza, dar una sonrisa o demostrar gestos de apoyo.
- Enseñar cosas más complejas para motivar y crear expectativas: esto sirve para demostrar a tus trabajadores que pueden generar resultados más prometedores.
- Entregar más oportunidades de contribución: generar espacios para que el equipo pueda dar su opinión y asignar más tiempo para responder sus preguntas.
- Dar una retroalimentación más específica: al entregar evaluaciones o comentarios acerca del desempeño de quienes trabajan
contigo, debes buscar que lo digas sea personalizado, con el fin de entregar oportunidades de mejorar y para transmitir la sensación de consideración y preocupación por parte del líder. Hay que pasar la barrera del decir “buen trabajo”.