En la era de la digitalización, la tecnología está en todas partes y cada día se suman nuevos avances que buscan revolucionar al mundo empresarial. Así como los negocios se deben adaptar a los constantes cambios, las personas también y, en muchos casos, hay una proporción importante de la población que tiende a quedarse rezagada. Es ahí donde las instituciones privadas y públicas adquieren un rol clave para el desarrollo social de estos grupos.

Una de las maneras en que esto ocurre es a través de diversos programas de capacitación, que ayuden a estos grupos a adquirir los conocimientos necesarios para insertarse en el ecosistema digital, especialmente a nivel laboral; con el fin de aportar a la construcción de una ciudadanía activa y con potencial creador.

Innovación social como fuente de credibilidad

En la actualidad, existe una nueva audiencia, con otros intereses, necesidades, actitudes y comportamientos; donde la tendencia del futuro evoluciona hacia un consumidor/ciudadano que se involucra, innova, resuelve y prefiere aquellas compañías que escuchan a sus clientes y se comprometen con el bienestar de la comunidad y los objetivos del país. Esto, de acuerdo al último estudio Marcas Ciudadanas 2017 de Cadem.

La investigación, además, reveló que un 52% de los nuevos clientes exige justicia (entre el precio y calidad del producto que recibe), un 40% coherencia (entre lo que comunica y hace la empresa), un 36% transparencia (para aumentar la seguridad y confianza) y un 34% respeto (demostrando interés por temas afines). Por lo tanto, aquellas compañías que desarrollan programas de Innovación Social no sólo aportan a la ciudadanía, sino que también mejoran su reputación.

Pero los beneficios van más allá de la imagen que proyectan. Katherine Martorell, directora de Sustentabilidad y Comunidades de Entel, explica que “al hacer alianzas con la comunidad, sociedad civil, otras organizaciones, o el Gobierno, buscamos crear un círculo virtuoso, que les permita a nuestros socios tener valor, y a nosotros crecer y mejorar nuestros procesos”.

Proyectos nacionales a seguir

Ya sean empresas chilenas o extranjeras con presencia en el país, hay variados casos de éxito que demuestran el valor de programas de Innovación Social y, específicamente, de alfabetización y capacitación tecnológica. Entre ellas, destacan:

• Mujeres On, de Entel, Sernameg y Emprediem. La iniciativa, que nace en 2016, se enmarca dentro del Programa Mujeres Jefas de Hogar (PMJH) del Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género, y tiene como objetivo contribuir a la inserción y permanencia de las mujeres en el mercado laboral, a través de capacitaciones en gestión del negocio, innovación, promoción y ventas, networking, comercialización y alfabetización digital. Actualmente, está desarrollando su segunda versión, con más de 100 emprendedoras inscritas, y se ha expandido a dos regiones del país, sumando temas de exportación en sus focos de trabajo.
• Programa tus Ideas, de Samsung, Inria y País Digital. Creado en 2015, el objetivo de este programa es fomentar la programación de aplicaciones móviles a nivel país, a través de capacitaciones a profesores y talleres para niños, promoviéndolo como una potente herramienta educativa y de futura empleabilidad. La empresa de tecnología aportó los equipos y expertice, mientras que País Digital los conocimientos. Hasta hoy, la iniciativa ha aportado a la formación de más de 200 profesores y sobre 600 alumnos en distintas comunas del país.
• Programa tu futuro, de Accenture, Fundación Emplea y Universidad de Chile. En 2016, se desarrolló la iniciativa para otorgar capacitación técnica en lenguajes de programación (.Net o Java) a jóvenes de entre 17 y 24 años. Su objetivo es que puedan desarrollar diversas aplicaciones empresariales. En este caso, el apoyo de Accenture considera servicios profesionales de acompañamiento a los estudiantes durante todo el proceso de capacitación con clases de reforzamiento y mentoría. En su primera versión, el programa incluyó a 60 alumnos.

Los tres proyectos de Innovación Social han sido exitosos, y en todos participa al menos una marca que hoy es reconocida entre los chilenos como “Ciudadana” (Fundación Emplea, del Hogar de Cristo) o “Relevante” (Entel y Samsung), las dos mejores clasificaciones que se consideran en el estudio de Cadem, lo que demuestra la importancia de iniciativas de este tipo para las organizaciones.

La cuarta revolución industrial trae consigo cambios en los consumidores, que rescatan valores como la honestidad, transparencia y justicia social por parte de las marcas. ¿Tu empresa ya se preocupa por ser un aporte real al desarrollo de la comunidad?