Reconocimiento facial: una potencia en manos de grandes empresas
Reconocimiento facial: una potencia en manos de grandes empresas
Un mundo con mil millones de cámaras mirándote, así será el 2021.
La Inteligencia Artificial está en constante evolución y su implementación reestructura el escenario en las empresas, mejorando procesos, optimizando tiempos y creando nuevos puestos de trabajo. Esto puede verse tanto en el uso de robots de ensamblaje en plantas de producción, como en el explosivo aumento en la demanda de científicos de datos, por parte de compañías interesadas en Big Data.
Si bien, la AI es una tecnología que parece elevada, los sistemas de reconocimiento facial forman parte de nuestra cotidianidad. El rostro ya se utiliza en diferentes lugares del mundo para desbloquear móviles, sacar dinero en cajeros, pagar en establecimientos, realizar controles en aeropuertos o identificar a sospechosos en eventos multitudinarios como partidos de fútbol o conciertos.
Curiosamente, China, uno de los países no exentos de polémica por sus políticas de inteligencia artificial por medir el comportamiento de sus ciudadanos a través de un sistema que registra el “crédito personal” ofreciendo un trato preferente a quienes registren buenos hábitos cívicos, es uno de los lugares en los que más se ha extendido el uso de esta tecnología, convirtiéndose en la sede de los mayores fabricantes de productos de videovigilancia como Hikvision, Huawei y Dahua; suministrando equipamiento de inteligencia artificial a 63 países.
Asimismo, un informe de IHS Markit, estima que actualmente hay 770 millones de cámaras de vigilancia instaladas en todo el mundo, y parte de los proyectos de ciudades inteligentes que están en curso en países como Alemania, España y Francia tienen contemplado en su planificación el uso de este tipo de cámaras.
En el mismo orden, un análisis del Instituto de Política Estratégica de Australia (ASP), advierte que esta práctica no se informa en detalle a los residentes de cada país, entendiéndose que esta tendencia es cuestionada y por los momentos no muy aceptada por la población. Se estima que en Estados Unidos actualmente hay una cámara instalada por cada 4,6 personas.
El número de empresas dedicadas a la generación de esta tecnología, con millones de futuras aplicaciones en reconocimiento facial, crece rápidamente, tanto, que el portal especializado en tecnología, Hipertextual, destaca que sus ilimitadas utilidades hacen posicionarlo como uno de los sectores más prometedores de aquí a unos años. Y de esto, se están dando cuenta las grandes empresas, tecnológicas en su mayoría.
Patricia Elias, directora de alianzas & innovación abierta en la gerencia de innovación de Entel, explica que al menos en el caso de la compañía, están transformándose de empresa de telecomunicaciones a partner tecnológico.
“Queremos hacerlo de la mano de startups, no queremos hacerlo sólo nosotros. Buscamos en las startups justamente este conocimiento más disruptivo de nuevas tecnologías para incorporar esta innovación en nuestra empresa y una de las formas de hacerlo es a través del capital de riesgo”, agrega.
Asimismo, Patricia destaca que ya están explorando este tipo de tecnología para temas de seguridad dentro de Entel, señalando que “en el caso del acceso a los colaboradores al edificio ya no utilizamos la tradicional tarjeta, que puede fácilmente pasarse de una mano a otra, la reemplazamos por esta tendencia innovadora y estamos explorando el acceso con el reconocimiento facial”.
Implicaciones del uso
Si bien, falta mucho por considerar en el tema como la protección de datos, restricciones, permisos y buenas prácticas en big data; las infinitas posibilidades que brinda la tecnología frente a este fenómeno también promete ser un elemento que facilite la vida de muchos ciudadanos, pudiendo tener muchos efectos positivos en la sociedad.
Por ejemplo, a la hora de encontrar a desaparecidos. Sólo en Europa desaparecen cada año aproximadamente 250.000 menores, según datos de la ONG Missing Children Europe. El año pasado la policía de Nueva Delhi utilizó esta tecnología para encontrar a más de 3.000 niños desaparecidos, según el Diario Británico The Independent.
Además, la policía de Boston logró arrestar a los dos terroristas que atentaron en 2013 durante la maratón de Boston, en buena parte, gracias a programas de reconocimiento facial. Desde el Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano están utilizando estas técnicas para detectar algunas enfermedades genéticas raras.
En Santiago, más de diez máquinas con esta tecnología están operativas, el gobierno regional busca aportar pruebas para las investigaciones de la PDI. Patricia comenta que “el reconocimiento facial permite llevar un registro de las personas, al igual que lo hacen con la huella digital los entes policiales; el rostro permitiría detectar más fácilmente a los responsables de ciertos crímenes”
La lectura facial no sólo cambiará la forma en que la política ve a los ciudadanos, también en cómo tendrá que presentarse. Surge la pregunta: ¿seguridad o privacidad?
“El límite depende de la política que impartan los gobiernos, por ejemplo, en el de implementarlo en el sector privado tiene que haber una autorización del usuario y ahí el usuario tiene derecho a negarse y cubrir su privacidad. En el caso de una política pública, el Gobierno podría ser más impositivo en ese aspecto”, cierra Patricia Elias, directora de alianzas & innovación abierta en la gerencia de innovación de Entel.