Empresas B: Pymes que promueven un mundo mejor

Conoce tres casos de negocios que definen su éxito empresarial, gracias a su capacidad de generar soluciones sociales o medioambientales.

Tienen modelos de negocio rentables, sin embargo su objetivo final no está asociado con la obtención de ingresos financieros.
Esta es la esencia de las llamadas Empresas B, que están cambiando la forma de hacer negocios al utilizar las reglas del mercado, bajo una mirada responsable con las problemáticas del entorno.

En Chile ya son 80 las instituciones que cuentan con la certificación, pero son varias más las que se suman a esta tendencia promoviendo, como parte de su estrategia comercial, acciones para disminuir la pobreza, preservar el medioambiente o trabajar mano a mano con las comunidades.

Late!, un propósito más allá de vender

Una de las características de las Empresas B es que a pesar de que ganan dinero, esto no es lo que persiguen. Este es el caso de Late!, que comercializa agua embotellada y leche, donando el 100% de las utilidadesque obtiene de sus ventas, quedándose sólo con los costos operacionales.

“Late! es sustentable financieramente siendo social o no. Lo que queda de los ingresos y egresos es entregado completamente a fundaciones relacionadas a la superación de la pobreza o de carácter social”, explica José Ignacio Vicente, subgerente de Negocios de Late!.

Para él, la buena acogida que ha tenido el modelo se debe principalmente a que “hay una tendencia general a estar más consciente de lo pasa en el entorno, y las personas están preocupadas de escoger productos que puedan reflejar estos principios”, opina.

Karün, moda al servicio del medioambiente

Otra de las cualidades de las Empresas B es que se proponen solucionar problemas sociales o ambientales desde los productos que comercializan. Una de las Pymes que se distingue en esta área es Karün, con sus anteojos de alta calidad fabricados con materiales reciclados y nobles como madera, cuero de salmón o redes de pescar.

Su dueño y creador Thomas Kimberdetalla que “además trabajamos en conjunto con comunidades locales para mantener los oficios ancestrales y de esta manera los lentes pasan a ser un símbolo de lo que queremos comunicar”.

Con su modelo de negocio–que a través del comercio onliney puntos de venta seleccionados llega a California, Europa y Chile– Thomas quiere difundir que “una empresa no puede existir sólo para generar ingresos, tiene que hacerse responsable. Nosotros queremos contagiar conciencia y respeto al medioambiente”, cuenta.

Te Quiero Verde, belleza ecológica

El cuidado de la salud y la calidad de vida de los trabajadores también es un tema que abordan las Empresas B. La peluquería Te Quiero Verde (TQV) lo hace seleccionando productos cosméticos sin químicos agresivos y que no sean testeados en animales, además de poner énfasis en el espíritu de respeto con sus colaboradores y proveedores.

Maida Serrano, co-fundadora del negocio, relata que “una vez realizamos un focus group con clientas donde explicaron que venían a la peluquería porque sentían que, con ese presupuesto para ‘belleza’ podían también aportar con algo social. Yo siempre pensé que TQV engancharía más por moda, pero la verdad es que me di cuenta que hoy las personas buscan más que un servicio o producto, quieren sentir que pagan para ayudar a mejorar el mundo”.