Leonardo Da Vinci, Graham Bell, Thomas Alva Edison o Nikola Tesla son solo algunos de los grandes inventores de la historia. Algunos de ellos ya tuvieron que enfrentarse a problemas de reconocimiento de sus inventos y que incluso perduran hasta la actualidad, ya que no se hizo (o no existía) un registro adecuado de sus inventos utilizando patentes oficiales.

En la actualidad, el uso de las patentes está generalizado, pero en ocasiones olvidamos lo importante que es registrar los productos innovadores de forma oficial ante la ley, puesto que es la única forma de que se nos otorgue el mérito que merecemos, además de obtener el derecho de exclusividad durante los primeros 20 años (10 iniciales más 10 renovables). En este artículo veremos cómo patentar un producto en Chile y por qué es tan importante hacerlo.

¿Qué es una patente de producto?

Una patente es un documento de registro que otorga la invención de un producto totalmente nuevo y desconocido hasta ese momento, que tiene un uso industrial y que soluciona un problema existente utilizando técnicas, instrumentos, mecanismos o procedimientos distintos a los utilizados habitualmente. 

Las patentes de invención son documentos expedidos por el Estado que se utilizan como medio de protección para los inventores, ya que les permite obtener el reconocimiento oficial de su invención, además de obtener su uso exclusivo sobre sus derechos e impide que terceros la utilicen o copien la base de su invento sin permiso. 

¿Cómo se patenta un producto en Chile? ¿Cuánto cuesta?

El Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI) de Chile es el organismo encargado del proceso necesario para registrar una patente de forma oficial y a nivel nacional. Para registrar un producto válido ante el INAPI es necesario dar una serie de pasos, así como pagar las tasas oportunas para que la patente se haga efectiva. Si te preguntas cómo se patenta un producto en Chile, este es el proceso que se sigue habitualmente.

1. Primero se deberá presentar la solicitud de patente ante el INAPI, en la que habrá que rellenar un formulario formal con nuestros datos y uno técnico. Además, habrá que acompañar la solicitud con una memoria descriptiva que contenga una descripción clara, detallada y completa de lo que se desea registrar. También se deberá adjuntar un pliego de reivindicaciones que contenga de forma enumerada las características de la invención y los dibujos técnicos, esquemas, diagramas de flujo o gráficos que representen de forma fidedigna la invención a registrar. Además, habrá que pagar la tasa de solicitud, que tiene un coste de 1 Unidad Tributaria Mensual (1 UTM equivale a $51.489 aproximadamente). 
2. Presentada la solicitud, el INAPI comprobará si la documentación presentada es correcta y cumple con todos los requisitos. En caso contrario, se informará al solicitante, que tendrá 60 días para corregir la solicitud. 
3. Si se pasa el examen de forma de aplicación de la patente, el INAPI publica un extracto de la solicitud en el Diario Oficial tras pagar las tasas de publicación ( $3.907+$405 x línea). Esto se hace con el objetivo de que terceras personas puedan oponerse a la solicitud de la patente. Si después de 45 días nadie la ha reclamado, se pondrá en marcha la siguiente fase.
4. La cuarta fase es el análisis en profundidad de la patente. Primero, hay que pagar la tasa de peritaje o de examen, que tiene un costo de $427.000 y que se debe hacer antes de 60 días. Tras eso, un examinador técnico especializado revisará si la solicitud se ajusta a la ley y los requisitos de patentabilidad. En este proceso es posible que se solicite información extra por parte del examinador. 
5. Si la patente pasa el examen técnico y cumple con los requisitos, se concede el derecho de registro. Para confirmar la patente se deberá pagar la tasa final que tiene un costo de 3 UTM ($154.467 aproximadamente). Una vez pasados los 10 primeros años, se deberá pagar una tasa de 4 UTM ($205.956 aproximadamente), que da derecho a una renovación de 10 años más.

¿Por qué es tan importante patentar nuestros inventos? 

Patentar es sinónimo de proteger, algo que es un factor clave en el mercado competitivo actual. Es un arma muy poderosa para las pequeñas empresas y emprendedores, ya que a través de una patente pueden defenderse de una mejor forma frente a las grandes compañías. Aunque patentar tiene varios costos, es totalmente necesario ya que permite: 

• Obtener derechos exclusivos sobre las invenciones y sus aplicaciones en la industria durante 20 años, lo que puede suponer una alta rentabilidad para tu empresa.
• Proteger la innovación de la competencia y de su uso o copia no autorizada.
• Aumenta el prestigio de una empresa y le ayuda a crecer y ser más competitiva en el mercado.
• Explotar o negociar con terceros el uso de dicha innovación con total tranquilidad y seguridad.
• Incrementa el valor de una marca y la hace más atractiva de cara a los posibles inversores.
• También permite prevenir conflictos legales con terceros, sobre todo con competidores del mismo sector que puedan desarrollar tecnologías similares. 

Ahora que ya sabes cómo patentar un producto en Chile y cuáles son los pasos que hay que seguir, te animamos a que lo hagas siempre que lo creas conveniente, dado que a pesar de que conlleva unos costos, puede darle una gran ventaja competitiva a tu empresa. Este proceso es algo que se debe considerar más como una inversión que un gasto, ya que podrás sacarle una gran rentabilidad a la exclusividad de tu innovación.