En la actualidad existen distintos tipos de códigos de barras que permiten a los negocios y empresas identificar de manera única y rápida sus productos. Gracias a ello es posible realizar un seguimiento eficiente del stock, tener un mayor control sobre este y gestionar de una forma más eficiente la compra/venta de mercancía o su logística.
En este artículo vamos a ver qué son exactamente y para qué sirven, qué tipos de códigos de barras hay disponibles y cómo elegir el mejor según las circunstancias de nuestro negocio.
¿Qué son los códigos de barras y para qué sirven?
Los códigos de barras son una representación gráfica de un número asignado a un producto. Se trata de una secuencia de trazos y números que se leen mediante escáneres específicos y que permiten digitalizar la información de los productos, con el objetivo de registrar y analizar los movimientos que se producen en el inventario.
Su función principal es simplificar el proceso de gestión y administración de productos, tanto a nivel interno como en las relaciones con proveedores o clientes. Aunque en la actualidad estamos acostumbrados a que los productos lleven códigos de barra, este sistema no estuvo disponible para la mayoría de negocios hasta los años 70.
Cada línea del código de barras representa un número 1, mientras que los espacios en blanco representan un 0. Además, las barras más finas indican el inicio y el final del código del producto, aunque también sirve para facilitar la lectura del escáner. Al código de barras le acompaña un número de identificación único y universal.

¿Qué tipos de códigos de barras existen?
Con el paso de los años, alrededor del mundo empezaron a surgir diferentes tipos de códigos de barras. Aunque la intención de todos ellos es identificar de forma única los productos, tienen algunas diferencias en su funcionamiento y composición. Veamos cuáles son los principales tipos de códigos de barras disponibles en el mercado.
- UPC-A: el código de barras UPC-A (Universal Product Code) es el más empleado en Canadá y EE. UU. El primer dígito representa el tipo de producto, los 5 siguientes el fabricante y los 5 posteriores son identificativos del propio producto. Además, se le añade 1 dígito de verificación para formar un total de 12. Es el tipo de código de barras más utilizado en el mundo del negocio al por menor.
- UPC-E: es una variante del UPC-A y también es empleado en el comercio al por menor. Se le denomina UPC de «cero suprimido», ya que su principal característica es que su número identificativo es más compacto. Lo forman 6 dígitos: 1 para el tipo de producto al inicio, seguido por el código de fabricante, el identificativo y el dígito de verificación.
- EAN-13: el sistema EAN (European Article Number) es el tipo de código de barras más extendido en Europa, y se compone de un total de 13 dígitos, uno más que el UPC-A. Este dígito sirve para identificar el país de origen del fabricante dentro de la Zona Euro.
- ITF-14: este tipo de código se caracteriza por estar formado por 14 dígitos consecutivos, y se utiliza especialmente en la identificación de productos para el transporte de cajas o palets. El primer dígito indica el tipo de paquete, seguido de los 12 primeros dígitos del código EAN y el número de verificación.
- GS1-128: Este tipo de código se caracteriza por estar formado por una secuencia variable de dígitos, y se utiliza también en entornos logísticos. En él se guarda información como el número de lote, fecha de caducidad o de producción.
- QR: aunque no es exactamente un tipo de código de barras, el código QR (Quick Response) es un tipo de código matricial que se puede considerar una evolución de este. Se trata de una versión mucho más compacta y fácil de usar que los anteriores, ya que se puede generar más fácilmente y escanear con la cámara del móvil. El QR tiene infinitos usos, desde identificación de productos o paquetes hasta pagos móviles o acceso a información
¿Cómo se obtienen los códigos de barras?
Para obtener códigos de barras únicos y válidos para el comercio, es necesario comprarlo al organismo oficial correspondiente, que en el caso de Chile es el GS1. Existen diferentes tipos de membresías, dependiendo del producto, pueden ser anuales o de cuota única.
Además, existen empresas como Códigos Chile o Ahorra En Las Barras que facilitan la adquisición de códigos de barras EAN y UPC a los negocios. Este tipo de empresas se encargan de toda la burocracia relacionada con la compra de los distintos códigos de barras, además de ofrecer algunas tarifas más económicas.
Eso sí, antes de comprar cualquier tipos de códigos de barras, es necesario asegurarse de que la empresa esté debidamente acreditada y que ofrezca un modelo de código válido para el tipo de producto o empresa.
¿Cómo elegir el más adecuado?
La elección del tipo de código de barras para nuestro producto va a depender en gran medida del tipo de negocio y las circunstancias específicas. En general, los códigos EAN-13 y UPC-A son los más empleados a la hora de identificar productos para venta al público general.
Si necesitamos un tipo de código más compacto, como por ejemplo para productos que vayan a estar en envases reducidos o en lugares con poco espacio, podemos optar por el UPC-E. Por otro lado, si necesitamos un tipo de código de barras para entornos logísticos, optaremos normalmente por el ITF-14 o el GS1-128.
En cualquier caso, a la hora de elegir entre los distintos tipos de códigos de barras también deberemos tener en cuenta:
- El tipo de producto que vamos a distribuir.
- Los espacios disponibles para colocar el código de barras.
- La cantidad de información que necesitamos codificar.
- El escáner que necesitamos para leer los códigos
- La impresora o el equipamiento que vamos a utilizar para generar los códigos.
- Las preferencias del sector o el tipo de cliente al que nos dirigimos.
- Mercado al que nos dirigimos, si es nacional o internacional.
- La compatibilidad con el ERP o sistema de gestión de stock que utilicemos.
Elegir el tipo de código de barras adecuado es fundamental para un buen funcionamiento de nuestro negocio. No solo debemos asegurarnos de que el modelo de código sea válido para nuestro producto, si no que además debemos tener en cuenta el tipo de equipamiento y herramientas que vamos a necesitar para leer o generar los códigos.
Por último, no debemos olvidar que se trata de una herramienta que nos va a permitir optimizar el control de stock, reducir los errores humanos, aumentar la productividad y tomar mejores decisiones. Por ello, es importante elegir el sistema más adecuado, ya que está en juego un buen número de factores que afectarán directamente a la rentabilidad de nuestro negocio.